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Luego de muchos años de noviazgo y de viajes con amigos y familia por separado decidimos con mi novio hacer el primer viaje fuera de los límites de nuestro país. Al principio pensamos en alguna playa del Caribe, pero no estábamos del todo convencidos. Por suerte los dos coincidimos en que no hay mejor forma de conocer un destino más que caminando lo más posible.
Con este pensamiento clavado en la cabeza la propuesta que nos surgió fue Disney, un destino divertido y una excelente primera opción de viaje juntos.
Yo había viajado hacía 4 años con amigas y él hacía 20 años con su familia, pero sin dudas este sería un viaje soñado y distinto para ambos.
Sacamos un vuelo a Miami en el mes de Enero para viajar en Agosto. Cuando quisimos acordarnos ya estábamos tocando la fecha del viaje. Con mucha ilusión armamos nuestras valijas (llevamos una casi llena y otra vacía cada uno para poder traer las compras que teníamos pensado hacer).
Al llegar al Aeropuerto Internacional de Miami nuestro ingreso fue muy gracioso ya que el oficial de migraciones nos recibió muy bien y hasta le dio consejos a mi novio que hasta ese momento no estaba del todo convencido de visitar el famoso parque “del castillito” por considerarlo tal vez aniñado.
Una vez retiradas nuestras valijas y ya sintiendo el calor agobiante y húmedo en nuestra cara nos dirigimos a buscar el auto que habíamos alquilado para conducir hasta Orlando. Al presentar nuestro voucher en el mostrador de la rentadora una grata noticia sorprendió a mi novio. Le dieron una camioneta superior a la que teníamos contratada. Eso para el ya significó un gran inicio de viaje y desde ya tuvimos que registrar el momento con una foto.
Sin más demoras pusimos nuestro destino en el GPS y comenzamos nuestra travesía hacia Orlando. De camino nos agarró una lluvia torrencial, hay que tener en cuenta que la fecha es de mucho calor, humedad y posibles lluvias intermitentes. Pero nada más allá que pueda entorpecer las vacaciones.
Viajamos por aproximadamente 4 horas hasta llegar al Hotel en Orlando. En esta oportunidad y a diferencia de la vez anterior que había visitado el destino decidimos alojarnos en un hotel fuera de Disney pero cerca de los parques temáticos. Los hoteles suelen ser más económicos y cuentan con cocina completa para aquellos que quieren abaratar un poco en esos aspectos.
Al día siguiente comenzamos el recorrido por los parques temáticos, decidiendo empezar por Epcot. Luego de intercambiar nuestros vouchers ingresamos a este parque dedicado a la diversidad cultural y a la innovación tecnológica. Este es el segundo de los parques temáticos en haber sido inaugurado y su símbolo está representado por una gran bola llamada Spaceship Earth donde en su interior los visitantes pueden disfrutar de un recorrido por la historia de la comunicación desde la antigüedad hasta la actualidad. Sumado a este y entre las atracciones que nadie puede perderse se encuentran Mission Space, un simulador de viaje en cohete a Marte, Test Track, un testeo de un auto Chevrolet, y Soarin un simulador que sobrevuela los destinos más hermosos y exóticos del planeta.
En lo que respecta al sector de los países con que cuenta el parque, los visitantes pueden disfrutar de la cultura y degustar los más exquisitos platos de cada región disfrutando de una ambientación única que te transporta en un abrir y cerrar de ojos a cada lugar en particular.
Por la noche y para todos aquellos amantes de los fuegos artificiales y aguas danzantes no pueden perderse el show nocturno IllumiNations: Reflections of Earth cuyo eje central gira en torno de una gran esfera giratoria luminosa, que representa al globo terrestre con sus continentes, en una rotación continua con colores cambiantes al ritmo de la música, láser, fuegos artificiales y aguas danzantes.
Con las piernas un poco cansadas luego de un primer día movido volvimos al hotel para descansar y seguir el recorrido al día siguiente.
Ingresamos temprano por la mañana a Hollywood Studios. Como ya habíamos seteado nuestros Fast Pass para las atracciones más importantes del parque: The Twilight Zone o más conocida como la Torre del Terror, Rock ‘n’ Roller Coaster Starring Aerosmith, y Star Tours un simulador dedicado a Star Wars, simplemente nos dedicamos a recorrer el parque y sus atracciones de estilo cinematográfico disfrutando de varios shows los cuales representan el trabajo de los estudios de cine y televisión, entre ellos Indiana Jones, Star Wars, La bella y la bestia y los Muppets.
Por la noche no pueden perderse el show nocturno Fantasmic! el cual se desarrolla en un escenario rodeado por agua cuyo anfitrión principal es Mickey Mouse vestido de aprendiz de brujo tal y como aparece en la película Fantasía. El show se muestra como una seguidilla de sueños que transcurren en la mente de Mickey, los cuales se reflejan en pantallas de agua acompañadas de luz y sonido.
Bajo su dirección y la de su imaginación Mickey va presentando sus sueños a través de los clásicos más reconocidos de Disney entre los cuales están El Libro de la Selva, Dumbo, Pinocho, Peter Pan, Blancanieves, La Sirenita, La Bella y la Bestia y La Bella Durmiente.
Al día siguiente nuestro tercer parque en la lista señalaba el Animal Kingdom, el parque temático más grande de Disney, el cual persigue un concepto de preservación y cuidado de la naturaleza y cuyo símbolo está representado por el Árbol de la vida, un árbol artificial con animales tallados en su tronco.
Entre sus atracciones típicas e imperdibles se encuentran It’s Tough to be a Bug! Una función en 3-D albergada en las raíces del Árbol de la vida basada en la película Bichos, Kali River Rapids una aventura en balsa por ríos rápidos, Expedition Everest, una montaña rusa dedicada al abominable hombre de las nieves y Dinasaur, una excursión prehistórica a bordo de una camioneta que viaja en el tiempo para salvar a un dinosaurio de la extinción.
Pero sin dudas la frutilla del postre de este parque fue recientemente inaugurada el 27 de mayo pasado y es la nueva zona temática de Pandora con atracciones basadas en los personajes y mundos de la película Avatar. Las dos atracciones que destacan este nuevo sector del parque son: Na’vi River Journey ubicado dentro de Valley of Mo’ara, una expedición a bordo de un barco hecho de caña que flota río abajo para recorrer una serie de cuevas, y pasar cerca de exóticas plantas brillantes y criaturas increíbles de la selva; y por otro lado Avatar Flight of Passage, un vuelo sobre la espalda de un banshee montañés durante un emocionante recorrido en 3D por esta gran luna.
Este juego posee un rito de iniciación en el cual se crea un vínculo entre el visitante con un banshee montañés con un nivel de realismo incomparable con ningún otra atracción de Disney.
Sin dudas nadie puede perderse esta nueva experiencia para la cual recomendamos intentar conseguir un Fast Pass con anticipación ya que al ser la novedad del parque posee una demora de 3 horas aproximadamente. De todos modos vale la pena la espera!
Al caer la tarde el show nocturno Rivers of Light nos esperaba como otra novedad del parque ya que hasta este año Animal era el único parque que no tenía show nocturno. Este espectáculo celebra la belleza de todos los seres vivientes con una brillante combinación de agua, sonido y luz tomando formas de espíritus de animales.
Como broche de oro al cierre de los parques temáticos de Disney dejamos Magic Kingdom para lo último.
Al entrar lo primero que hicimos fue tomarnos una foto con el Castillo de Cenicienta de fondo al pie de una rotonda con la estatua de Walt Disney tomado de la mano con Mickey Mouse recordando a todos sus visitantes que todo comenzó con un ratón.
Para un fanático de Disney no existe mejor experiencia que visitar el Magic Kingdom, un lugar donde dejas atrás los prejuicios y pasas a ser un niño nuevamente por al menos un rato.
Sin dudas este es un parque que conlleva todo el día si es que estas interesado en disfrutar hasta lo último que tiene para ofrecer. Hay que tener en cuenta que existen demoras hasta para sacarse una foto con algún personaje.
Ni hablar de su más actual atracción, Seven Dwarfs Mine Train, una montaña rusa que recorre la mina donde los siete enanos trabajan a diario al ritmo de su famosa canción Ay ho, ay ho…
Entre las atracciones que más disfrutamos están: Splash Mountain, un paseo en un tronco flotante que recorre un pantano colorido con animales que cantan anunciando la caída por la cascada final en la cual seguro te vas a mojar, Big Thunder Mountain Railroad un tren desenfrenado que atraviesa un pueblo minero embrujado a toda velocidad, Piratas del Caribe, un recorrido en barco por oscuros lugares tratando de no perder de vista al famoso pirata Jack Sparrow, The Haunted Mansion un recorrido escalofriante a través de una casa embrujada en la que habitan fantasmas, espíritus y sorpresas sobrenaturales y Space Mountain, una montaña rusa que viaja en la oscuridad del espacio exterior a toda velocidad.
Por la noche y como no podía ser menos Magic Kingdom se luce con un nuevo espectáculo llamado Happily Ever After. Este show comienza con un sueño y te lleva en un viaje inolvidable que captura el corazón, el humor y el heroísmo de muchas de las películas animadas favoritas de Disney.
Durante su reproducción los visitantes son testigos de un sinfín de transformaciones del Castillo de la Cenicienta a medida que se convierte en parte de las famosas historias de Disney gracias a los fuegos artificiales, proyecciones, láseres brillantes e iluminación cautivadora que se lucen al compás de una partitura con versiones contemporáneas de canciones famosas de Disney que te transportan a la infancia logrando emocionar a niños y adultos hasta llenar los ojos de lágrimas.
Al finalizar el show dejamos el parque con un poco de melancolía pero con el corazón lleno de emociones por haber podido volver a sentir eso que solo los amantes de Disney pueden comprender.
Pero este viaje no finalizó allí. Los días siguientes visitamos los parques de Universal Orlando, pero eso ya queda para una próxima nota.
Por el momento y como cierre de esta historia quisiera dejar a todos los lectores una de las tantas frases de Walt Disney que refleja aquello en lo que todos deberíamos creer un poco más cada día de nuestras vidas como punto inicial para no perder aquella inocencia del niño que cada uno llevamos dentro: La risa es eterna. La imaginación no tiene edad. Y los sueños son para siempre…
Por María Belén Donatti
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