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Pensar en Brasil nos lleva pensar en fútbol, en samba, en carnaval, plumas y por sobre todas las cosas, playas. Hoy sin embargo, vamos a dedicarle unos párrafos a esa bebida brasileña por excelencia: La Caipirinha, el cóctel insignia del vecino Brasil. Pero para hallar el orígen del primo-hermano del mojito, nos tenemos que remontar a comienzos del siglo XIX, época del Brasil colonial.
A las poblaciones de esclavos de, por ese entonces la corona portuguesa, les gustaba beber “garapa”, un jugo que se extraía de la caña de azúcar que obtenían prensando las cañas con un sistemas de rueda muy rudimentarias similares a un molino. Luego lo hervían para eliminar las bacterias y lo consumían sin fermentar. Aún hoy se puede tomar la «garapa» que también es conocida por el nombre de «caldo de cana».
El tema es que durante las festividades, los esclavos mezclaban su garapa (¡claro que sí!) con aguardiente local a base de azúcar de caña, lo que posteriormente se convertiría en la famosa Cachaça. También mezclaban los jugos de frutas o de especias de los cuales después nacieron la Batidas. En su momento la más famosa era la «batida de coco» o la «batida de limão», que se preparaba con jugo de lima y es oficialmente la predecesora de la caipirinha.
Con el tiempo, la batida de limão evolucionó pasando a llevar trozos de lima, dándole la cáscara un sabor particular. El milagro se terminó de producir cuando la tecnología permitió la fabricación de hielo, convirtiéndola a partir de entonces en una bebida más refrescante, lo que la hizo aún más rica y popular.
Tras su independencia, Brasil estuvo mucho tiempo buscando su propia identidad a través de la literatura y el arte, al tiempo que trataba de hacerse un hueco en el comercio internacional. No fue fácil dada la inmensidad del país y lo incomunicadas que estaban algunas zonas. Sin embargo la cachaça y por ende la caipirinha se ha sabido consagrar como un denominador común entre la mayoría de los brasileños.
Se trata de un producto único que se fabricaba localmente, y por si fuera poco, en algún momento se la consideró como un remedio contra la epidemia de gripe que asoló el país en 1918. Eso la terminó de posicionar popularmente en gran parte de la población, porque además de ser un trago muy rico y refrescante era una bebida con propiedades curativas.
Otras bebidas típicamente similares, también de Brasil son la Caipirissima cuando se realiza una mezcla de caipirinha con ron; también está la Caipifruta, donde se mezclan frutas trituradas como el ananá, el kiwi o la de maracuyá con cachaça. Y obviamente la Caipiroska, la que sólo se diferencia por la sustitución de cachaça por vodka y que por cierto, resulta muy difundida en nuestro país a falta de una cachaça tradicional.
Ahora, a lo importante:
¿Cuál es la receta para hacer una caipirinha como Brasil manda?
Ingredientes
Ingredientes simples: cachaça, una lima, dos cucharadas de azúcar y hielo.
Preparación:
1. Lavamos el limón o la lima y lo cortamos en gajos.
2. Colocar los trozos en un vaso de boca ancha.
3. Agregar las dos cucharadas de azúcar.
4. Con un mortero aplastar el limón para que suelte su jugo y se vaya mezclando con el azúcar.
5. Verter la cachaça de modo que los trozos de limón queden en el fondo del vaso.
6. Agregar el hielo.
7. Colocar alguna rodaja de limón para decorar y menta fresca para sumar aroma.
8. ¡A disfrutar!
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