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El lago Nahuel Huapi es un lago de origen glacial formado por endicamiento de una enorme morena frontal y se encuentra en el centro del Parque Nacional al que le da el nombre, a una altura de 765 m sobre el nivel del mar.
La profundidad máxima registrada hasta la fecha es de 438 metros mientras que la profundidad media es de 157 metros. Tiene un ancho máximo de 10,2 kilómetros.
Su superficie es de 529 kilómetros, con una morfología sumamente ramificada, que se manifiesta en la presencia de siete brazos de diversos tamaños y en la longitud de su perímetro, de 357 kilómetros, debido a la gran irregularidad de sus costas. Entre ellos se encuentran el:
• Brazo Campanario, de 7,9 kilómetros cuadrados, 50 metros de profundidad máxima y 21 de mínima, 7 kilómetros de largo y 0,56 de ancho.
• Brazo de la Tristeza, de 18,5 kilómetros2, 250 metros de profundidad máxima y 140 de mínima, 14 kilómetros de longitud y 1,6 de ancho.
• Brazo Blest, el mayor, con 36 kilómetros cuadrados de superficie, 18 de largo y casi tres de ancho.
• Brazo Huemul, de 21,5 kilómetros cuadrados, 14 de largo y 2,4 de ancho, que alcanza una profundidad de 380 metros, aunque la media es de 135 metros.
En verano se puede estimar una media superficial -de 0 a 40 metros- de ente 12 y 13 grados. La temperatura no desciende por debajo de los 4º C.
Es un lago con gran población de truchas de las variedades arco iris, marrón y de arroyo.
En los acantilados de algunas islas del Lago Nahuel Huapi, existe una población de cormorán imperial, hecho curioso ya que se trata de una especie preferentemente marina. También es frecuente encontrar a la gaviota cocinera siguiendo las embarcaciones.
Sin embargo, quitando la dureza de los datos, se puede afirmar que el lago Nahuel Huapi además de una simple descripción es también pleno en sensaciones, y ya sea que lleguemos a Bariloche en avión o por tierra, el encuentro repentino con ese gran espejo de agua al pie de la Cordillera y lindero a la estepa, es impactante.
El lago es sumamente dinámico, “vivo”, muy sensible a las variaciones climáticas. Es muy raro que permanezca en las mismas condiciones por varios horas.
Cuando está en calma, es un inmenso espejo azul en el cual se reflejan los bosques y montañas, un paisaje único que se duplica en el agua.
Con el cielo nublado su color se torna gris acero, duro, casi amenazante. Durante los días de fuerte viento, grandes olas cruzan el lago generalmente de oeste a este, con la espuma volando en forma horizontal y formando pequeños y numerosos “arcos iris”.
En verano, todas sus playas son muy concurridas y es posible disfrutar en algunas ocasiones de un chapuzón. Para los que no se arriesgan al agua fría, disfrutar de unos buenos mates en la orilla y hasta el atardecer, es una muy buena opción.
La navegación es posible en todo el lago, con las precauciones del caso y cumpliendo los requisitos solicitados por Prefectura.
Imperdible salir a remar en kayak o canoa, es como entrar en otra dimensión…solos con el lago.
Si hablamos de sensaciones e intangibles, también tenemos que dar lugar a la leyenda y el misterio: el famoso “Nahuelito”!
Mucho y desde hace años se ha hablado de este presunto habitante de nuestro lago, para los indígenas “el cuero” Lo describen como algo que aparece flotando en los lagos patagónicos y hay algunas versiones que aseguran que tiene uñas en todo su perímetro. Se supone que se come a los animales que están tomando agua, pero no se puede dar, aún, crédito de su existencia.
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