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Sidney es sin dudas, una de las ciudades más hermosas para visitar, repleta de vida y de cosas para hacer. Es una combinación de playas para practicar surf y un magnífico puerto natural, además de la Casa de la Ópera de Sidney, que sobresale por su arquitectura. Además de las maravillas hechas por el hombre, Sidney cuenta con innumerables atractivos naturales, como hermosos jardines públicos, islas en la bahía y costas vírgenes.
La Ópera de Sidney cuenta con un variado y completo programa, la Casa de la Opera es uno de los más importantes lugares para espectáculos musicales y artísticos en el mundo siendo uno de los edificios más famosos y distintivos del siglo xx. Declarado en 2007 Patrimonio de la Humanidad, fue diseñado por el arquitecto danés Jørn Utzon en 1957 e inaugurado el 20 de octubre de 1973, con la presencia de la reina Isabel II en su papel de reina de Australia. Para conocer el funcionamiento interno de este símbolo de la ciudad se pueden realizar visitas a interior del edificio que seguramente nos dejarán sin aliento.
Otro de los símbolos de esta ciudad es el Puente del Puerto de Sidney, también conocido como «la percha» por su singular apariencia. El Puente del Puerto de Sidney es una gran obra de ingeniería que se inauguró en 1932. Acá podremos recorrer, caminar o andar en bicicleta de punta a punta, cruzando por completo el Puerto de Sidney. También los más aventureros podrán hacer el «BridgeClimb» por la mañana temprano o por la tarde. Una excursión que nos permite ascender a lo más alto de la estructura del puente, obteniendo una de las postales panorámicas más imponentes de la ciudad.
Pegado a la Ópera, podremos visitar los Jardines Botánicos Reales de Sidney, que proveen a la ciudad de un jardín natural a cielo abierto de más de 30 hectáreas. El jardín botánico es un lugar de investigación científica que administra muchos programas educativos y en donde también existen senderos para caminatas y paseos escénicos en tren para los más chicos. En este espacio podremos conocer el patrimonio cultural aborigen, la flora y la fauna autóctona y también podremos probar varios alimentos de Australia que seguramente, desconozcamos.
Si queremos un poco de playa y descanso después de recorrer bastante, la palabra que nos toca es Bondi. No, no es un colectivo ni tampoco un bus, sino una de las playas más importantes y hermosas al Sidney, hacia el lado Este de la Casa de la Ópera y el Puerto. Aunque, si bien hay varias playas cerca de Bondi que son igualmente hermosas, incluidas Tamarama, Bronte y Coogee; para apreciar esta increíble extensión de costa, vale la pena hacer una caminata de Bondi a Coogee que enlaza todas estas playas y donde se pueden ver las mejores vistas al mar de Sidney. Por suerte, la ruta está llena varios cafés y restaurantes para recargar un poco las pilas y seguir caminando.
Por último, un obligado para los más aventureros y deseosos de un contacto más natural, será la visita al Parque Nacional de las Montañas Azules, a unas horas hacia Oeste de la ciudad. Famoso por sus acantilados de color azulado y la formación rocosa conocida como las Tres Hermanas, cuenta con pintorescos pueblos y una naturaleza imponente. Las montañas han sido un lugar popular para senderistas, escaladores y otros tipos de fanáticos de las actividades al aire libre durante varios años, así que habrá que ponerse en movimiento y atarse bien los cordones para hacerle frente a esta maravilla natural.
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