Al día siguiente nos preparamos para el desembarque, dejamos nuestro equipaje listo y luego de desayunar salimos a visitar el Templo de Karnak, en Tebas, dedicado a Amón, y el principal recinto de culto de Egipto desde el Imperio Nuevo.
Construido por múltiples faraones entre los años 2200 y 360 a.C., el Templo de Karnak contiene en su interior el gran templo de Amón, otros templos menores, capillas y el gran lago sagrado. Los faraones más importantes que intervinieron en su construcción fueron Hatshepsut, Seti I, Ramsés II y Ramsés III.
En la entrada del templo, antes de cruzar el primer pilono, se pueden apreciar 40 esfinges con cabeza de carnero que dan la bienvenida a sus visitantes, pero probablemente lo más espectacular sean sus más de 5.000 metros cuadrados, y sus 134 columnas.
El Templo de Karnak, como muchos de los lugares de interés cultural de Egipto, fue elegido por la escritora Agatha Christie para escribir su famosa novela Muerte en el Nilo. Para aquellos que no la leyeron y conocen o piensan visitar el destino se las recomiendo, ya que van a sentirse en los escenarios de esta increíble novela a cada paso que den.
Luego de disponer de un rato para perdernos entre sus infinitas columnas y tomarnos fotos memorables, continuamos camino hasta llegar a los colosos de Memnón, situados en las proximidades de Medinet Habu. Estos son los únicos restos visibles del templo funerario de Amenhotep III que se encontraba en la zona. Las estatuas, de unos 18 metros de altura, presidían la entrada monumental del templo y fueron talladas sobre bloques traídos expresamente desde Gebel el-Ahmar por orden del arquitecto del templo, Amenhotep hijo de Hapu. Están orientados hacia el este y son representaciones del rey Amenhotep III, y a ambos lados están representadas la reina Mutemuia y la esposa Tiyi.
Tras una breve parada para tomar fotos seguimos nuestro recorrido hacia el Templo de la reina Hatshepsut, el templo más importante de los construidos en Deir el Bahari y único en todo Egipto. Fue construido por la reina Hatshepsut en forma de terrazas, de grandes dimensiones, con columnas que se confunden con la ladera de la montaña, situada tras el templo, el cual está en parte excavado en la roca y en parte construido externamente.
Como el sol comenzaba a hacerse sentir de una forma más intensa nos apresuramos a llegar al Valle de los Reyes. Es recomendable llegar por la mañana para evitar los calores del mediodía, ya que el valle está localizado en una montaña donde no encontrarán sombra para refugiarse del sol.
Este Valle sirvió, durante 500 años, para sepultar en tumbas excavadas en la roca a los antiguos faraones y a sus esposas. Es un enorme espacio ubicado en la orilla oeste del Nilo, que contiene más de 63 tumbas y cámaras construidas entre los siglos XVI y XI a. C., narraciones intrigantes de mitología y símbolos egipcios.
Si bien no pudimos evitar el calor del mediodía, no podíamos dejar de bajar a las tumbas de los reyes más famosos de la historia de Egipto. Entre las tumbas más destacadas tuvimos el privilegio de conocer las de Ramsés IV, Ramsés IX, y la de Merenptah.
Un dato no menor es que, en este Valle se encuentra la tumba de Tutankamon. Si bien puede sonar una de las más famosas, no ingresamos por recomendación del guía, ya que no tiene prácticamente nada en su interior, debido a que todos los objetos que se encontraron dentro de ella están ahora en el Museo de El Cairo.
Otro dato interesante es que para poder tomar fotografías dentro de las tumbas, se debe comprar un ticket especial. Mi recomendación es que no lo hagan, ya que es un ticket caro y lo que podes ver dentro de las tumbas amerita guardarlo en la retina y no en la cámara de fotos.
De camino a almorzar en un restaurante local de Luxor, pasamos por el Templo de Habu, templo funerario de Ramsés III. Su magnífica estructura y los coloridos relieves de la fachada son parte del encanto de esta construcción, uno de los edificios religiosos más significativos de la antigua ciudad de Tebas.
Luego de un rico almuerzo, tomamos el camino directo a Soma Bay, un balneario a 45km de Hurgada. Alrededor de las 19 horas llegamos al Hotel Sheraton Soma Bay, lugar donde estaríamos alojados los próximos 3 días. Ese día no tuvimos tiempo más que para instalarnos, bañarnos, cenar e irnos a dormir temprano para poder levantarnos a disfrutar de la playa que hasta el momento era una incógnita envuelta en la noche.
Nos levantamos temprano por la mañana para poder disfrutar un poco de la playa y las transparentes aguas del Mar Rojo. A medida que nos alejamos de Hurgada, como por ejemplo en el Balneario de Soma Bay, el agua es más limpia y transparente con peces de colores, rayas y algunas otras especies acuáticas raras.
Por la tarde salimos en excursión hacia el Desierto de Hurgada. Nos subimos en unas camionetas jeep 4 x 4 y comenzamos una travesía un tanto movediza. Condujimos una distancia de 35km por el desierto este de Egipto para llegar al punto de partida desde donde realizamos un circuito en cuatriciclo por las dunas.
Luego volvimos a subirnos a las camionetas para llegar hasta un pueblo Beduino. Allí anduvimos en buggy, camello y pudimos apreciar como vive un beduino en el medio del desierto, como visten sus mujeres y los trabajos que ellas desempeñan, ya que quienes trabajan son las beduinas y no sus hombres.
Cuando comenzó a caer el sol pudimos disfrutar de una barbacoa egipcia, al tiempo que veíamos un espectáculo de baile beduino. Ya entrada la noche volvimos al hotel para disfrutar de una rica cena en el restaurante italiano, el cual ya teníamos reservado. Esa noche todos nos vestimos muy elegantes y disfrutamos de un momento muy íntimo compartiendo una rica comida en una mesa larga preparada exclusivamente para nosotros.
El último día en Soma Bay y ya casi llegando al final de nuestro viaje, tuvimos el privilegio de disfrutar de un día completo de playa en el cual nos relajamos, compartimos charlas y risas de todo lo que veníamos viviendo desde hacía unos cuantos días.
Ese día fue solo para nosotros y para juntar muchas energías ya que la última parte del viaje la dedicaríamos a recorrer hoteles en Soma Bay y Hurgada y posteriormente en nuestra vuelta a El Cairo, previo a nuestro vuelo de vuelta a Buenos Aires, visitaríamos hoteles en Giza y El Cairo.
Terminadas las visitas a hoteles y con una especie de melancolía en nuestras caras nos despedimos de nuestro guía Ahmed, agradeciendo por esos días maravillosos que habíamos pasado, y nos dirigimos al Aeropuerto de El Cairo para tomar nuestro vuelo de regreso a casa con la escala previa en Ethiopia. A pesar de que cada fin de viaje parezca triste porque terminó, siempre es lindo volver a casa para compartir todo lo vivido con nuestros seres queridos y con ustedes, nuestros pasajeros, quienes nos confían sus viajes, su disfrute, su descanso y a quienes buscamos la forma de darles siempre lo mejor, considerando que una de ellas es la recomendación a partir de lo vivido, de la experiencia en primera persona y estando atentas a todos los detalles que los destinos tienen para ofrecer.
¿Querés leer las otras entradas sobre Egipto? No te pierdas las anteriores
Egipto parte 1
Egipto parte 2